El trono donde se procesiona al Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia (Cristo del Silencio y de los Estudiantes), está concebido en estilo ecléctico pues se combina la talla barroca de molduras y ciriales con las representaciones pasionistas neorrenacentistas en la canastilla.
El parigolón, realizado en madera de pino Oregón, es de veinticuatro santeros. Es obra de Ángel Perfecto Toro Ortega y fue estrenado en la Semana Santa del año 2.000. Está formado por cuatro varales enterizos, dos traviesas exteriores y tres interiores. Posee cajón interior, asas de agarre de los santeros y las cantoneras están realizadas en chapa de acero. Los casquetes son rectilíneos y los grandes asones están fundidos en bronce por los talleres Gradit.
La canastilla, de madera tallada, es de planta rectangular, obra del artista local y hermano de la Cofradía, D. José Ropero Jiménez, realizada entre los años 1.999 y 2.000.
Realizada en madera de cedro fue dorada por el prieguense D. Cristóbal Cubero Molina entre los años 2.000 y 2.001. Los paneles son enmarcados por una moldura tallada rota en las esquinas por unas suntuosas ménsulas doradas que sobresalen. Sobre los mismos, se distribuyen las doce cajas separadas por ménsulas neobarrocas, en cuyo interior se representan todas las estaciones del Vía Crucis excepto dos de las tres caídas de Jesús. Los relieves centran las cajas dejando una banda dorada sin bruñir totalmente lisa, respetando la concepción neorrenacentista del anterior trono, de donde provienen los relieves. Estos fueron realizados en metal por los hermanos Angulo en el año 1.982, esmaltados en 2.001 por D. Cristóbal Cubero Molina.
Centran la delantera y la trasera dos cartelas orladas neobarrocas en cuyo interior se representan el escudo de la Hermandad den la delantera y el título de la misma en la trasera. Rematando la
canastilla, se ha tallado una crestería.
Iluminan la sagrada efigie del Cristo, un pequeño foco de luz artificial atenuada así como cuatro portacirios barrocos tallados en madera y dorados realizado todo ello por D. José Ropero Jiménez entre 1.995 y 1.996.
Extraido del libro "El Propiciatorio de Dios"
de Juan Carlos García Moscoso
En la actualidad, no se tiene constancia documental de la procedencia de esta peana y el porque terminó siendo uno de los tronos del Cristo del Silencio, junto con el del "Cristo de los
Camisitos", desde su segunda salida procesional en 1.956 hasta la adquisición del trono neorrenacentista en 1.970. Desde la adquisición de este trono, la peana quedó en desuso y terminó
arrumbada en la parte posterior de la capilla del Sagrario de la Parroquia de San Mateo.
Entre los años 2.004 y 2.005, se inició un proyecto para restaurar y recuperar esta peana y volver a darle uso, ya en este caso, como peana para la imagen en actos de culto exclusivamente.
Desde su recuperación, la peana se viene utilizando de forma continua. De esta forma, el Cristo del Silencio se sitúa en su peana en la Misa por los hermanos difuntos cuando esta ceremonia se celebra en la Parroquia de San Mateo, en el Triduo conjunto de las Cofradías Pasionistas con sede Canónica en la Parroquia de San Mateo, y en el acto del Pregón de Semana Santa ya que nuestro Titular tradicionalmente preside este evento.
La Peana, de base cuadrada, presenta un medallón central en cada una de sus caras. En la frontal aparece el escudo de la Cofradía; en el lateral izquierdo la corona de espinas y los clavos; en el lateral derecho la patena, cáliz y espigas; y en el frontal trasero el escudo de la ciudad de Lucena.
A continuación se exponen algunas imagenes de los enseres mas importantes que posee la Hermandad.