Si algo define y diferencia esta Cofradía, son sus señas de identidad. Al sumergirse en su historia, no es difícil percatarse que la institución que ha llegado a nuestros días ha sabido mantener el espíritu castellano de máxima seriedad, recogimiento y austeridad con el que se fundó la primitiva Cofradía nacida en el Instituto de Enseñanza Media y Profesional "Marqués de Comares" de Lucena. De la misma forma, también ha sabido mantener vivos el silencio, respeto, y rectitud que introdujo la Hermandad de Tambores Enlutados. Se puede decir, sin temor a la duda, que la Cofradía actual es una fusión perfecta entre la Cofradía estudiantil y la Hermandad de Tambores Enlutados. Si es lo que se perseguía con la fusión, se consiguió plenamente.

Foto: Jesús Ruiz Jiménez "Gitanito"

Hoy la Cofradía es conocida por su buen hacer en la búsqueda de los fines que, como institución de la Iglesia, debe perseguir: la caridad, el sentido eclesial, el servicio a los demás, el máximo respeto a su pasado, etc.

 

Pero también es conocida por sus dos Estaciones de Penitencia donde la Hermandad desfila perfectamente uniformada: el Vía Crucis cada viernes de Dolores y la Estación de Penitencia en la madrugada del Jueves Santo. En ambas participan dos tramos de hermanos, unos tocando el característico tambor enlutado y otros de vela (Ver Estaciones de Penitencia).

 

Señas de identidad son también el Toque de Silencio a trompeta interpretado en varios puntos del itinerario oficial del Jueves Santo, el apagado del alumbrado público y comercial al paso de la Hermandad por el mismo, y como no, el silencio, recogimiento y seriedad durante todo el desfile.


El desfile procesional, en la madrugada del Jueves Santo, así como el ejercicio público del Vía Crucis, en la noche del Viernes de Dolores, constituyen una de los mejores exponentes de religioso respeto de la Semana Santa de Lucena. Ambas son acompañadas por multitud de fieles devotos de nuestra ciudad e incluso de otros puntos de la comarca.


El Jueves Santo, al paso del Cristo por las calles de Lucena, se apagan las luces de las calles, y el pueblo guarda un respetuoso silencio, lo que ha hecho que desde sus primeras salidas se le conociese popularmente como, Santísimo Cristo del Silencio.

A lo largo del año la Cofradía organiza diferentes actos de culto y formación, como por ejemplo una peregrinación al Real Santuario de María Santísima de Araceli en el mes de Octubre, la misa por los hermanos difuntos, a principios de Cuaresma ejercicios espirituales durante tres días en la sede de la Cofradía, el Triduo se realiza también junto con las demás Cofradías de San Mateo a mediados de Cuaresma, la Misa de Regla el jueves anterior al Viernes de Dolores, el Vía Crucis por las calles de Lucena el mismo viernes y la procesión del Jueves Santo, a demás de otros actos y eventos de culto y formación conjuntamente con el resto de grupos de la Parroquia de San Mateo. 

Foto: Jesús Ruiz Jiménez "Gitanito"


En cuanto a caridad, la Cofradía colabora mensualmente con los dos conventos de monjas de Lucena, con la residencia Siloé, con distintas Cáritas Parroquiales, y con cualquier necesidad que pueda surgir.