CURIOSIDADES DE SILENCIO (49)

Proceso del restauración del Cristo del Silencio (II)

En los preámbulos de la restauración del Cristo del Silencio, D. Salvador Guzmán, responsable y ejecutor de la misma, manifestó su preocupación en caso de seguir dejando la imagen expuesta de forma totalmente libre después de la restauración, debido al continuo desgaste por la devoción de todas las personas que se acercan al Cristo para tocarlo y besar sus pies. Consideró lógico dejar el desgaste de los pies en señal del carácter devocional de la imagen.

 

En cuanto a cerrar o no la verja de la Capilla para evitar el citado desgaste, existía la posibilidad de situar un aviso indicando a los devotos que se limitasen a besar los pies. En este sentido, el por entonces párroco, D. Félix Vázquez, manifestó su desacuerdo a cerrar la capilla y a colocar el referido aviso.

 

Conseguidas finalmente las autorizaciones pertinentes y necesarias para la restauración, el traslado de la imagen del Cristo al taller del restaurador, en la vecina ciudad de Cabra, se verificó el día 11 de junio de 2.002. Durante el periodo en que faltó la imagen en su altar de la Parroquia de San Mateo, ocupó su lugar la Cruz de Guía de la Cofradía con un velo blanco. Asimismo, se colocó un cartel informativo para los devotos.

 

El día 12 de noviembre, en el salón de actos de la Casa de la Virgen, con notable concurrencia de público, por parte de D. Salvador Guzmán tuvo lugar la exposición de los trabajos de restauración del Cristo del Silencio. Una amena disertación ilustrada con numerosas diapositivas dio a conocer paso a paso el proceso de la restauración de la venerada imagen de la que se rescató la policromía original, reparándose todos los desperfectos. Para evitar los daños que la corona de espinas de plata causaba en la frente y cabeza del Cristo, a sugerencia y elaborada por el propio restaurador, se la dotó de una corona realizada con ramas de acacia, menos agresiva que la metálica anterior. Asimismo, se dotó la Cruz con el correspondiente "títulus" del INRI, sobre pergamino adosado a tabla, tal y como aparecía en las antiguas fotografías de la imagen de las que se tenía constancia. Finalmente también se dio a conocer la importante intervención a fin de conseguir un mejor punto de apoyo y sujeción del Cristo a su Cruz evitando que los clavos sustentasen todo el peso de la talla. De esta forma, el restaurador explicó la ejecución del anclaje realizado a la altura de la cintura y que conseguía que los clavos no ejercieran la menor acción de sujeción, evitando así el esfuerzo que sufrían los brazos y piernas del Cristo.

 

Al día siguiente de la conferencia, Domingo día 13, la imagen del Cristo del Silencio fue trasladada de vuelta a la Parroquia de San Mateo, donde quedó expuesto en el Altar Mayor, celebrándose a las ocho de la tarde del mismo día una misa de Acción de Gracias.

 

Años mas tarde, tal y como predijo el restaurador, de nuevo se tuvo que restaurar, en este caso las piernas y pies del Cristo, debido al rápido deterioro ocasionado por las muestras de devoción y cariño de los devotos. Esta segunda y parcial restauración, se culminó en poco tiempo volviendo el Cristo a su Capilla en los primeros días de la Cuaresma de 2.008. Esta circunstancia unida a los ataques intencionados que sufrió la imagen posteriormente, obligaron definitivamente al cierre de la Capilla con el visto bueno del párroco D. Francisco Jesús Orozco Mengivar. Con esta decisión, la Junta de Gobierno completó la capilla con un reclinatorio semicircular.

 

A continuación, algunas imágenes del Cristo del Silencio una vez finalizado el proceso de restauración.

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