El besapié al Cristo del Silencio
La Junta de Gobierno aprobó en 1.991 instituir un besapié al Cristo del Silencio a celebrarse a puerta cerrada para los hermanos de la Cofradía situando al Titular de la Hermandad en las escaleras del presbiterio de la Parroquia. Se decidió celebrarlo precisamente como preámbulo al Vía Crucis del Viernes de Dolores y hoy día es uno de los momentos más esperados por los hermanos y devotos.
Con los años, se tomó la determinación de permitir la entrada a la Parroquia a las personas que deseasen participar en el besapie. De esta forma, tras la entrada de la Hermandad y la cuadrilla de santeros, se permite el acceso a todas las personas que desean besar los pies del Cristo. En el momento que comienza el besapie, se procede a cerrar las puertas del templo.
En la actualidad, en esos momentos, la Parroquia experimenta un lleno absoluto bajo una atmósfera de oración, silencio y máximo respeto mientras los hermanos, los santeros y los asistentes acuden a besar los pies de la sagrada imagen.
Finalizado el besapié, comienza el Vía Crucis por las calles de Lucena.
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