CURIOSIDADES DE SILENCIO (29)

La restauración de la imagen tras su caída (Ver Curiosidades de Silencio 28).

Pocos días después de la fatídica noche en la que el Cristo se desprendió de su cruz, se iniciaron los tramites oportunos para reparar y restaurar la imagen, ya no solo de los daños propios de la caída, sino también por los causados por la devoción de los fieles, que continuamente besaban o tocaban sus pies, y del deterioro natural del paso del tiempo.


Las gestiones para contratar un restaurador se dirigieron inicialmente al escultor sevillano Ribera, cuyo presupuesto era absolutamente prohibitivo para la Cofradía, carente prácticamente de medios.


Ante la situación planteada, el hermano D. José Antonio López Fernández, se ofreció a restaurar a sus expensas los deterioros de la imagen. La generosa oferta se hizo finalmente realidad gracias a uno de sus socios en la empresa de muebles lacados Amdesa, D. Justo Romero Fabero, con gran experiencia en restauraciones de obras de arte, que acometió la reparación de la venerada imagen en las instalaciones de la mencionada entidad tras obtenerse los pertinentes permisos desde la Diócesis de Córdoba.


Como muestra de gratitud, la Junta de Gobierno determinó, de forma extraordinaria, no celebrar el tradicional sorteo para conceder la manijería del Cristo del Silencio, y otorgar dicho honor directamente a D. José Antonio López por su labor en pro de restaurar la imagen del Cristo del Silencio.


Escribir comentario

Comentarios: 0