CURIOSIDADES DE SILENCIO (28)

El día en el que el corazón de los enlutados se estremeció.

El día 30 de marzo de 1983, ha quedado marcado en la memoria de los enlutados como uno de los días más dramáticos de la historia de nuestra Cofradía.


Segundos antes de la medianoche del Miércoles Santo, con los primeros movimientos realizados al trono por los santeros dentro de la parroquia de San Mateo, cuyas puertas iban a abrirse para permitir la salida procesional de la Cofradía, se desprendió el travesaño de la cruz del Cristo del Silencio, girando la imagen sobre el clavo de los pies, precipitándose hacia el lado izquierdo y golpeando violentamente con la cruceta sobre el varal del trono. A consecuencia del impacto, que afortunadamente no tuvo consecuencias para ninguna persona, se abrió una fisura en la palma y muñeca de la mano izquierda del Cristo, quedando al descubierto, por desprendimiento de la encarnadura y por haberse desencolado los ensambles, las uniones de los brazos con el tronco.


Tras unos primeros minutos de enorme desconcierto, después de una primera valoración de los daños producidos, el vice hermano mayor, asesorado por la Junta de Gobierno, determinó que el Santísimo Cristo realizaría su acostumbrado desfile procesional, aunque sujeto con medios de emergencia a la cruz. Para ello, algunos hermanos entregaron sus cíngulos que sirvieron de sujeción de la imagen de nuevo en su posición natural.


El acuerdo finalmente se llevó a efecto, y la Cofradía pudo realizar su Estación de Penitencia sin otras incidencias aunque con un sensible retraso en la hora de salida.


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