CURIOSIDADES DE SILENCIO (22)

El nacimiento de la Hermandad de Tambores Enlutados del Silencio de Lucena (tercera parte).

La admisión de menores en la Hermandad, denominados hermanos honorarios, se inició el mismo día de la constitución de la Hermandad de Tambores con los siguientes, por aquel entonces, niños: Antonio Reyes Guerrero, Antonio Rodríguez Morales, y Francisco José Ropero Morales.

 

El entusiasmo de los fundadores de la Hermandad era tal, que los ensayos de tambor comenzaron el jueves siguiente a la fundación, si bien, ante la falta de sede, las sesiones tuvieron lugar en distintos locales cedidos por empresas.

 

En la segunda sesión de la Junta de Gobierno de la Hermandad, se hizo referencia a la presentación de la nueva institución al párroco de San Mateo y arcipreste, D. José Luque Requerey, quien vió y acogió con satisfacción a la nueva Hermandad. Esta sesión, junto con las siguientes, marcaron muchos de los aspectos que hoy forman parte de la idiosincrasia de la Cofradía actual. Alguno de ellos fueron:

 

- Se determinó que cada hermano debería proveerse de su tambor y de su túnica, que se acordó fuera de "tergal" negro con capirote blanco de terciopelo (posteriormente sustituido por capirote blanco de la misma tela que la túnica) y cordón del mismo color, con cinco nudos alusivos a las llagas de Cristo. Posteriormente se previó añadir al atuendo una capa negra de terciopelo con el escudo bordado de la Hermandad.

 

- Se estipuló que los hermanos asistentes al desfile procesional deberían llevar obligatoriamente zapatos, calcetines y pantalón negro.

 

La cuota, por aquel entonces, se fijó en 100 pesetas anuales.

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