La semilla del nacimiento de la Hermandad de Tambores Enlutados del Silencio.
En enero de 1.968 se produce un hecho que marcaría, y de que
manera, el futuro de la Cofradía. Con la intención de mejorar el desfile procesional del Santísimo Cristo del Silencio, y desechada la intervención de cualquier tipo de banda de música o de tambores y
cornetas, por considerarse poco acordes con la severa seriedad que se deseaba para el paso, el Vice Hermano Mayor, D. Francisco Reyes, oriundo de la localidad de Baena y por tanto conocedor de
aquellas costumbres semanasanteras, propuso a la Junta de Gobierno invitar a intervenir en la procesión a una de las más prestigiosas cofradías de tambores enlutados de aquella ciudad, de las
pertenecientes a los coliblancos -denominados así por el color de las plumas con que adornan sus cascos- y conocida como la de los "Judios Arrepentíos".
A fin de conocer sobre el terreno la actuación de esta Cofradía de tambores, algunos miembros de la del Silencio se trasladaron a Baena, regresando muy complacidos con la severidad del
acompañamiento que aquellos tambores prestaban a sus pasos, que juzgaron muy apropiada para la procesión de la imagen de su Titular, y decididos a invitarles a participar en el desfile
procesional de la madrugada del Miércoles Santo lucentino.
Gracias a las gestiones llevadas a cabo por D. Rafael Reyes, padre del Vice Hermano Mayor, lograron contar con la presencia de la citada Hermandad de Tambores de Baena en la Semana Santa de aquel
año de 1.969, causando notable impresión el triste y a la vez adecuado toque de los roncos tambores para la ocasión, evocadores de la muerte en el cadalso que protagonizó Jesús.
Con algunas más dificultades que el año anterior, en la Semana Santa de 1.970, intervinieron nuevamente los "Judios Arrepentíos" en la procesión del Cristo del Silencio, sin que fuera posible de
ningún modo convencerles para que continuaran asistiendo en los años siguientes, lo que a la postre supuso la semilla del nacimiento de la Hermandad de Tambores Enlutados del Silencio.
En las fotos, los "Enlutaos" de Baena (Córdoba)
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