CURIOSIDADES DE SILENCIO (17)

La precariedad de la Cofradía a principio de la década de los 70

A pesar de que las necesidades de la Cofradía eran escasas, la situación de la misma a principios de la década de los 70 era precaria. Dos anécdotas ilustran claramente esta circunstancia.

Una de ellas se refiere a la imposibilidad material, en algún año, de adquirir los cuatro gruesos cirios que iluminaban al Cristo en su desfile procesional. Por ello, además de repintarlos anualmente con esmalte rojo, se suplementaban con sendos cilindros de madera, pintados del mismo color, para que alcanzaran la altura deseada y evitar así la casi imposible adquisición de unos cirios nuevos.

También en cuanto al exorno floral se sufría enormemente por la escasez de fondos. En numerosas ocasiones los miembros de la Junta debieron echar mano a recolectar por el cerro de San Cristóbal los muchos tulipanes rojos que brotaban espontaneamente en vallados y hazas. Con ellos se adornaba el "risco" en que se apoyaba la Cruz del Señor. No obstante, en otras ocasiones, el escueto ornato floral se realizaba con claveles o con alhelíes blancos.

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