El nacimiento de la Hermandad de Tambores Enlutados del Silencio de Lucena (cuarta parte) - Institución del Vía Crucis del Silencio.
Las actividades de la nueva Hermandad se
fueron fijando paulatinamente como así se deduce de sus actas tercera (de
31 de enero de 1973) y cuarta (de 2 de febrero del mismo año). En la primera se acordó celebrar una misa funeral por los hermanos difuntos y, en tres días consecutivos, tres charlas de tipo
cuaresmal (que se siguen celebrando en la actualidad recibiendo la denominación de Ejercicios Espirituales), así como la apertura de una bolsa de caridad para, tras la colecta de donativos,
entregarlos a Cáritas diocesana u otra institución similar. La segunda de las actas referidas se extiende precisamente momentos antes de la celebración del citado funeral, después de asistir a
una conferencia formativa impartida por el párroco señor Luque Requerey y de otra informativa sobre las cofradías por parte de D. Rafael Flores Morante, coadjuntor de la Parroquia de San
Mateo.
En sesión de 14 de marzo del citado año de 1973, se estableció celebrar reuniones todos los miércoles de cuaresma en los locales de la empresa Delgado y Ávila, y para el día 1 de abril una comida
de hermandad en la sierra de Aras, en el paraje de la fuente de la Plata. La cuota anual quedó fijada ahora en trescientas pesetas.
Previamente a la comida fraternal aludida, la junta celebró Cabildo General de Hermanos curiosamente en el propio paraje de la fuente de la Plata. En el mismo participaron el Hermano Mayor de la
Cofradía del Santísimo Cristo del Silencio y el presidente de la Agrupación de Cofradías. Este Cabildo, que ya por su lugar de celebración fue novedoso, fue de enorme importancia ya que se acordó
constituir con carácter indefinido el Vía Crucis del Silencio con la salida de la Hermandad y la imagen Titular (sin trono) cada Viernes de Dolores.
El hermano fundador, D. José Rodríguez Delgado, fue el encargado de componer las catorce estaciones del emblemático Vía Crucis del Silencio.
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